¿Quién no se ha excitado alguna vez imaginando alguna escena o situación erótica aunque pueda ser moral y socialmente cuestionada? ¡Seguro que todos hemos tenido por lo menos alguna vez una fantasía sexual!
¿Pero sabemos realmente lo que es? Una fantasía sexual es un patrón deliberado de ideas, como si se tratara de una recreación o representación mental. El objetivo de la fantasía es crear o mejorar sentimientos sexuales. Se basan en imágenes mentales que una persona considera eróticas.
Son imágenes relacionadas con la erótica de los sentidos, con lo prohibido. La mayoría de veces no nos atrevemos a confesarlas y tienen un componente muy excitante.
Algunos de los falsos mitos de la fantasía sexual
Hoy en día, aún nos seguimos encontrando mujeres que sienten vergüenza o tienen el sentimiento de culpa por tener fantasías sexuales. Incluso, hay quien piensa que si tiene fantasías, está cometiendo una infidelidad. Eso no es nada cierto, ¡se pueden tener fantasías aunque tengas pareja!
Tener fantasías sexuales, tampoco significa que no estemos satisfechos sexualmente. No es una causa-consecuencia. De hecho, en las terapias sexuales las fantasías son un tema en el que se trabaja, sobre todo para aquellas parejas en los que existe bajo deseo sexual.
Por último, también es común encontrarnos con fantasías que no se deseen hacer en la realidad. Es más, si estas fantasías se llegaran a cumplir, perderían totalmente el efecto estimulante que tenían. La mayoría de fantasías es mejor no convertirlas en una realidad, sean por este motivo que hemos comentado o porque son inaceptables según su criterio.
El real culpable de la fantasía sexual: nuestro cerebro
Nuestro cerebro es muy potente y es el principal responsable de nuestras fantasías sexuales. Una fantasía sexual puede llegar a ser desde un largo relato mental hasta destellos de imágenes sexuales.
Con una fantasía sexual podemos llegar de tener una simple excitación, ¡hasta un orgasmo! Cada persona tiene su fantasía sexual, por lo tanto pueden haber miles posibilidades de fantasías y muy diversas. ¡Imaginad si somos aproximado unos 7700 millones de personas en el mundo, pues pueden existir más de 7700 millones de fantasías!
Sin embargo, para los hombres coincide que en sus fantasías sexuales tienen control de la situación y capacidad sexual. Algunas de las fantasías más comunes en hombres son:
- Practicar sexo con una pareja distinta a la suya.
- Tener relaciones sexuales con un trío, y en algunos casos dentro de un grupo (orgía). No importa el sexo de las personas que se juntan pero normalmente estas fantasías suelen ser mejor en la imaginación que la realidad.
- Mantener relaciones sexuales con otros hombres. Puede ser que sean hombres también heteros y no sea una relación más de sexo sin afecto.
- Tener relaciones con ex parejas.
- Tener relaciones en sitios no habituales.
- Los pies son un fetiche que tienen muchos hombres. También se valoran si tienen las uñas pintadas, algún tatuaje, anillos…
En cuanto a las mujeres, las fantasías suelen ser parecidas pero tiene una mayor duración y suelen centrarse más en relaciones sentimentales. Las más frecuentes son:
- Mantener relaciones sexuales con una pareja distinta a la habitual. A veces incluso puede ser una persona cercana (amigos, compañeros de trabajo,…). Cuanto más cercano, más prohibido y mejor.
- Escenas con desconocidos míticos. Relaciones esporádicas de mucho sexo y que luego no vuelven a ver al misterioso.
- Tener relaciones sexuales con otra mujer. Aunque sean heterosexuales, también sienten esta curiosidad.
- Rememorar otras experiencias sexuales que ha mantenido en el pasado.
- Ser vistas mientras mantienen relaciones sexuales con su pareja. E incluso observar a otras personas.
Tener fantasías no debe ser un tabú ni las tenemos que verlas con prejuicios porque sino limitaremos nuestra sexualidad y el placer. Ya es hora de empezar a imaginar y explorar nuestros más recónditos deseos.
¿Os atrevéis? ¿Tenéis alguna fantasía sexual? ¡Queremos conocerlas!
