Cómo identificar si tienes un fetiche por algo (y por qué no es nada malo)

Cómo identificar si tienes un fetiche por algo

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¿Te has preguntado si eso que te excita —una videollamada erótica, unos pantys usados, o ver un culo en tanga— podría ser un fetiche? Spoiler: si te lo estás preguntando, probablemente sí… ¡y no hay nada malo en ello!

Los fetiches son más comunes de lo que crees. Y lejos de ser algo “raro” o “pervertido”, pueden ser una vía súper legítima (y muy placentera) de explorar tu sexualidad.

¿Cómo saber si tienes un fetiche?

No hace falta que te obsesione una prenda o situación las 24 horas del día. Un fetiche se identifica cuando algo específico se vuelve una fuente constante o intensa de excitación. Algunas señales:

  • Si ver una foto de una chica en tanga te pone mucho más que cualquier escena convencional.
  • Si fantaseas con que alguien huela tus braguitas usadas.
  • Si recibir o hacer videollamadas sexuales te excita más que el sexo físico.
  • Si vender tu ropa interior o fotos te genera morbo… incluso más que ganar dinero.

Un fetiche no tiene que dominar tu vida sexual, pero suele ser una fantasía recurrente, algo que está presente cuando te masturbas o cuando piensas en qué te gustaría hacer si pudieras dejarte llevar.

¿Y si lo que me excita es… raro?

No hay nada realmente “raro” cuando hablamos de deseo. Algunas personas se excitan con los pies (sí, como quienes buscan vender fotos de pies en España), otras con bragas mojadas, audios eróticos, o incluso con prácticas como el bondage. Son simplemente formas únicas y personales de conectar con el placer, no señales de algo patológico.

Y la ciencia lo respalda: nuestro cerebro sexualiza lo que asociamos con placer o tensión. Si una situación, prenda o imagen se vuelve eróticamente significativa, el cerebro la integra en tu repertorio de deseo.

¿Entonces está bien tener un fetiche?

Totalmente. Es más, puede ser una forma de autoconocimiento profundo. Saber qué te excita —y aceptarlo— es parte de vivir tu sexualidad con libertad. Lo importante es que lo explores de manera segura, consensuada y, si quieres, compartida.

En plataformas como Secret Panties, por ejemplo, hay personas que no solo exploran sus propios fetiches (como usar tangas mujer o quedarse sin bragas), sino que también conectan con quienes los disfrutan desde el otro lado.

¿Tienes curiosidad por saber si lo tuyo es un fetiche o solo una fantasía más?

Explóralo sin vergüenza en Secret Panties, donde tus deseos tienen espacio para brillar.